Caroline Poggi y Jonathan Vinel (Francia, 2018) --- ***Jessica Forever*: el liderazgo femenino de una banda juvenil** Alguien se arroja contra el ventanal de una casa. Un grupo de enmascarados liderados por una mujer lo rescata justo antes de que lleguen al lugar unos drones, las Fuerzas de Élite, que pretenden matarlo. Una narración en off explica la situación: “vivimos en un mundo donde los huérfanos sobreviven en soledad, robando y matando ante la eventualidad de ser exterminados. Solo una mujer salió en su defensa. Se arrogó la misión de acoger a esos huérfanos y salvarlos de una muerte segura”. El nombre de esta heroína: Jessica, una especie de Juana de Arco en plena era cibernética. Más allá de esta premisa ramplona, una de las tantas que componen el universo distópico de la ciencia ficción contemporánea, lo que importa destacar es como esta película puede ser entendida como una concreción de aquel “universo feminizado” que se planteaba en *Les garçons sauvages*: ¡ahora serán los hombres que han abandonado la violencia gracias a Jessica los encargados de ejecutar las tareas hogareñas! Pero esta original forma de banda juvenil liderada por una mujer no está exenta de conflictos, entre otras cosas, porque las tensiones tanto endógenas como exógenas no son fáciles de manejar —uno de los jóvenes se pelea a golpes en una fiesta, otro se autoinmola, otro vuelve a matar— y la amenaza exterminadora de los drones, constante. Una curiosidad de este micromundo bucólico, cerrado y naif, donde los bienes de consumo son adquiridos sin necesidad de trabajar, es el asexualismo de Jessica: parecería que su “ternura maternal” fuese un antídoto suficiente para aplacar la libido de los jóvenes. En este sentido, podemos concebir a *Jessica Forever* como la respuesta feminista y humanista a la ultraviolencia misógina de Alex y sus drugos en *La naranja mecánica.* Eso sí, comparte con esta última la idea de un futuro cancelado, aunque en su caso este se expresa con el cliché del valiente enfrentamiento final contra las fuerzas del orden (los drones). La muerte como desenlace será una resolución previsible para un proyecto de falsa autonomía de una banda juvenil que se sustentaba en aquel endeble punto de partida argumental.